Rebelión en Europa contra el plan que soluciona el gas ruso con un carbono más barato
Países europeos se rebelan contra el plan de Bruselas diseñado para cortar con el gas ruso gracias al dinero extra que se consiga vendiendo más derechos de carbono. Es decir, contaminando más
Los países miembro de la Unión Europea (UE) buscan alternativas al plan de Bruselas para utilizar una reserva del mercado del carbono para ayudar a financiar su salida del gas ruso.
Algunos socios temen que la propuesta socave la principal política de cambio climático del bloque.
Como parte de su objetivo de acabar con la dependencia europea del gas ruso en esta década, la Comisión Europea propone que los países puedan recaudar 20.000 millones de euros para nuevas inversiones energéticas vendiendo permisos de CO2 almacenados en la "reserva de estabilidad del mercado" de la UE.
La propuesta topó con la resistencia de algunos países que afirmaron que la apertura de la reserva socavaría el mercado de carbono de la UE y reduciría el precio del carbono, lo que abarataría la contaminación de las centrales eléctricas y las industrias.
Los países europeos negocian la propuesta y planean reescribir en gran medida el plan.
Un borrador de su último texto de negociación, al que tuvo acceso la agencia de noticias Reuters, utilizaría los permisos de CO2 de la reserva para recaudar solo 4.000 millones de euros.
En cambio, los otros 16.000 millones de euros procederían de un fondo de innovación de la UE, un fondo de ingresos del mercado del carbono que actualmente se destina a tecnologías ecológicas de vanguardia.
Dinamarca ya había sugerido utilizar este fondo para recaudar el dinero, mientras que los Países Bajos propusieron combinar este fondo con los ingresos de las ventas de permisos de CO2 realizadas antes de lo previsto.
Un diplomático comunitario dijo que había consenso entre los países para evitar el uso de la reserva "como una vaca lechera", pero que aún no se había llegado a un acuerdo alternativo.
Los diplomáticos debatirán la última propuesta la próxima semana y aspiran a alcanzar un acuerdo a principios de octubre. ● Un artículo de Kate Abnett (Reuters)